Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando aceptas nuestra Política de cookies

Cómo exportar a través de mercados electrónicos 12/02/2015  |

Los e-marketplaces suponen una alternativa para las empresas a la hora de vender productos y servicios on-line dentro y fuera de España. Qué tipos de mercados hay, qué ventajas tienen para la internacionalización o qué hay que tener en cuenta antes de utilizarlos son algunas de las cuestiones que se tratan en este artículo.

Los mercados electrónicos o e-marketplaces son plataformas de comercio electrónico en Internet operadas por una empresa cuyo objetivo no es la venta de sus propios productos, sino facilitar la tecnología para que compradores y vendedores tengan un punto de encuentro donde hacer negocios on-line. Pueden enfocarse hacia el comercio entre empresas (B2B), a los consumidores (B2C) o a mostrar la oferta de licitaciones públicas (B2G).

Un elemento básico para identificar un e-marketplace es que permite realizar una función comercial: facilitar los datos de contacto de las empresas, efectuar directamente la compraventa de productos, recibir o enviar peticiones de información y presupuestos, organizar subastas o subastas inversas, etc.

“Básicamente, se trata de plataformas en Internet que permiten a compradores y vendedores ponerse en contacto en una relación de muchos a muchos, diferenciándose de otro tipo de sistemas de comercio electrónico donde la relación se establece de forma particular entre un proveedor y un cliente, como es el caso de las redes privadas desarrolladas mediante EDI (electronic data interchange)”, señala Victoria Vera, directora del proyecto eMarket Services de Icex España Exportación e Inversiones, enfocado a ayudar a las pymes a usar los mercados electrónicos para la venta internacional.

Desde Rakuten, uno de los mayores e-marketplaces multisectoriales B2C del mundo, señalan que estos mercados actúan como los centros comerciales en el mundo off-line: aglutinan la oferta de diferentes compañías y reúnen la demanda para facilitar los intercambios comerciales a ambas partes. “Permiten a empresas sin capacidad para crear tiendas on-line en diversos mercados tener un hueco donde vender sus productos adaptado a sus necesidades”, afirma su director general para España, Jordi Gómez.
Tipología

Estas plataformas pueden estar orientadas a la compra de productos y servicios o enfocadas a la venta. En las primeras, es el comprador el que tiene el control de la plataforma y paga por los servicios de procurement o abastecimiento, como por ejemplo Netcomponents; mientras, las que apuestan por el vendedor incluyen funcionalidades para que se presente a sí mismo y sus productos.

Dependiendo de si se dedican a un solo sector o a múltiples industrias, se clasifican en mercados electrónicos verticales y horizontales, respectivamente. En los monosectoriales prima la especialización y se suele incluir información relevante para este tipo de empresas; los que engloban diversas categorías tienen como ventaja que aglutinan a un mayor número de compradores y vendedores.

Puede establecerse otra clasificación, en función de si permiten la participación de empresas libremente (abiertos) o si bien es necesaria la aprobación de la firma que lo gestiona para acceder a sus servicios (cerrados).

Por último, atendiendo al enfoque geográfico del mercado electrónico, podemos dividirlas entre plataformas globales, aquellas que operan en todo el mundo o en gran parte de él, o regionales, si apuestan por países o zonas geográficas concretas.