Lo más importante en innovación energética en 2012 09/01/2013 |
Los notables avances en energías renovables palidecen ante el impacto del gas de esquisto.
A pesar de que las energías renovables han logrado avances impresionantes este año, su impacto se ha visto minimizado por los cambios producidos debido al excedente de gas natural barato y abundante obtenido gracias a la fractura hidráulica de depósitos de esquisto. A las energías renovables también les costará igualar el impacto del gas de esquisto a lo largo de los próximos años.
Con el cambio a plantas de producción eléctricas que consumen gas natural en vez de carbón, las emisiones de dióxido de carbono han caído a niveles desconocidos en los últimos 20 años. En China el Gobierno ha establecido ambiciosos objetivos para aumentar la escala de la fractura hidráulica y la producción de gas de esquisto en el país.
Una tecnología de perforación similar ha conducido a un crecimiento de la producción petrolífera en Estados Unidos que podría hacerla competir con la de Arabia Saudí. Han aparecido estimaciones creíbles de que dentro de un par de décadas -con la ayuda de rigurosos estándares de ahorro de combustible- América del Norte podría producir toda la energía que consume.
El gas de esquisto también está teniendo un importante impacto en las fuentes de energía renovable. Por ejemplo, como resultado de la existencia de gas natural barato, algunas empresas fundadas para producir biocombustibles partiendo de recursos renovables -y los emprendedores que habían dedicado gran parte de su vida a desarrollar dichas tecnologías- han renunciado a sus objetivos y se han pasado a la producción de combustibles con gas natural. Al mismo tiempo, el gas natural barato ha hecho que las fuentes de energía renovables lo tengan mucho más difícil para competir.
Mientras, las perspectivas para la energía solar, eólica, los biocombustibles y los vehículos avanzados tienen un cariz pesimista en 2012.
Han quebrado empresas solares a diestro y siniestro. Las ventas de vehículos eléctricos han sido inferiores a las previstas y A123, una prometedora empresa de baterías avanzadas, se ha declarado en quiebra y ha sido subastada por una fracción del dinero que se había invertido en ella.
A pesar de todo, se han ido produciendo progresos graduales. En muchos casos la tecnología de vehículos híbridos ya es rentable. También ha habido desarrollos que mejoran los motores de combustión interna. Los motores eficaces de este tipo podrían ser más baratos que las baterías y los motores eléctricos y por tanto su comercialización podría generalizarse antes que la de los vehículos eléctricos, lo que supondría que tendrían un mayor impacto sobre el consumo de combustible a lo largo de la próxima década.
Y aunque numerosas empresas de paneles solares están abandonando el negocio, sigue habiendo start-ups que hacen avanzar la tecnología solar. Silevo combina varias mejoras de las células fotoeléctricas de silicio convencionales que aumentan la eficiencia y reducen los costes de fabricación al mismo tiempo. Su tecnología funciona principalmente con los equipos de fabricación ya existentes y puede aprovechar las cadenas de suministro de los paneles solares convencionales.
Pero para que las tecnologías alternativas sean capaces de competir con los combustibles fósiles a gran escala -y lograr los recortes drásticos necesarios para estabilizar los niveles de gases de efecto invernadero- la tecnología tiene que mejorar mucho. Es improbable que las mejoras graduales sean suficientes. La intermitencia de las energías renovables es un tema al que Alemania tendrá que enfrentarse antes que otros, mientras se embarca en un ambicioso plan para reducir las emisiones de dióxido de carbono al tiempo que abandona su mayor fuente de energía de bajas emisiones, la nuclear.
El Departamento de Energía de Estados Unidos tiene un ambicioso plan para bajar el coste de la energía solar a seis centavos por kilovatio hora (unos 4,5 céntimos de euro), menos de la mitad de lo que cuesta ahora. Pero para competir con el gas natural a gran escala –ahora mismo en Estados Unidos y quizá en otros lugares cuando se desarrolle la extracción de gas de esquisto en el resto del mundo- quizá necesite que el coste sea aún menor. Y ese coste tendrá que incluir el de la intermitencia, algo que el objetivo actual del Departamento de Energía no considera.
¿Se pueden lograr costes tan bajos? En 2012 se han visto señales prometedoras. Una empresa, Alta Devices, tras crear células fotoeléctricas de récord capaces de reducir mucho los precios, progresa en su empeño de escalar su tecnología y encontrar mercados. Con el tiempo, empresas como Silevo podrían hacer que sus células solares fueran más baratas adoptando toda una serie de tecnologías que ya están desarrollando otras empresas.
Nadie sabe aún hasta qué punto se pueden comercializar estos avances o cuáles serán los costes reales. Aún se hace difícil imaginar un mundo en el que la mayor parte de la energía provenga de fuentes renovables, pero hace unos pocos años también costaba imaginar la revolución del gas de esquisto. Los retos pendientes no son motivo para renunciar a las alternativas a los combustibles fósiles, sino una razón para seguir haciendo avanzar la innovación.
Fuente:www.technologyreview.es