Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando aceptas nuestra Política de cookies

Edificios sostenibles y sin gasto energético: necesarios, pero todavía pocos 20/02/2014  |

Los edificios sostenibles, aquellos que son eficientes y que además aprovechan los recursos naturales, son una de las claves para combatir el cambio climático y reducir la dependencia energética, por lo que los expertos consideran necesario generalizar estas construcciones de 'consumo casi cero'.

Así lo han confirmado varios expertos consultados por Efe con ocasión de la inauguración de su nueva sede en Madrid, que han destacado que, aunque en España se han tomado medidas 'puntuales' para mejorar la eficiencia energética de los edificios, estas actuaciones todavía no son 'generales ni suficientes'. La base de la sostenibilidad es reducir el consumo: ser eficiente con el uso de la energía y también optimizar al máximo los recursos naturales, como la luz o el agua, ha explicado a Efe el presidente de la Asociación Nacional para la Arquitectura Sostenible (ANAS) y arquitecto, Luis de Garrido.

Introducir las fuentes renovables en el edificio, sobre todo la fotovoltaica y la geotérmica, para que el inmueble genere su propia energía 'limpia' es otro de los pasos para avanzar hacia una arquitectura 'realmente' bioclimática. Estas recomendaciones hace diez años que fueron incorporadas a Ecobox, el edificio sostenible de la Fundación Metropoli, que cuenta con paneles solares térmicos y fotovoltaicos y además aprovecha el calor de la tierra a través de almacenes energéticos subterráneos.

"Hay muchos días en los que no tenemos ningún gasto energético" comenta el arquitecto de Ecobox, Ángel de Diego, quien resalta que, además del ahorro, el edificio destaca por el confort climático y la calidad de vida. Ecobox no tiene ni aire acondicionado ni calefacción: los paneles solares térmicos situados en la cubierta calientan o enfrían, según la época del año, agua que recorre el edificio por conductos en el techo y suelo.

Con todos estos elementos bioclimáticos han conseguido reducir el consumo energético más de un 70 por ciento y mantienen durante todo el año una temperatura "agradable y equilibrada", ha señalado De Diego. El edificio Génesis, nueva sede de la Agencia Efe, ha incorporado un sistema de climatización y otro de control centralizado que consiguen atender a las necesidades térmicas de cada espacio a la vez que se reduce el gasto energético.

Además, el alumbrado interior se regula en función de la luminosidad natural exterior e incorpora la tecnología LED, que ofrece un mayor flujo lumínico con un menor consumo. Según el presidente de ANAS, el actual problema de la sostenibilidad es que muchas empresas utilizan la etiqueta de lo 'ecológico' para vender cosas dañinas para el medio ambiente, y el engaño funciona debido a la falta de información de la ciudadanía.

Este desconocimiento es 'grave' porque provoca que quien quiera ser respetuoso con el medio ambiente no sepa cómo serlo, por lo que se hace necesario educar a las personas para que tengan criterio sobre lo que es realmente sostenible, ha subrayado De Garrido. Además de incorporar estos elementos a las nuevas edificaciones, también hace falta rehabilitar los edificios ya existentes, debido a que el 30 por ciento de la energía consumida en España procede del gasto del parque inmobiliario. Una iniciativa que camina en esta misma línea es el proyecto neZEH, que fomenta la reconversión de hoteles para que alcancen un "consumo energético casi cero".

En España, aunque el sector turístico ha realizado 'pequeñas' medidas para mejorar su eficiencia (la instalación de calderas eficientes o de sistemas reguladores de temperatura), todavía no hay ningún hotel puramente sostenible, ha asegurado a Efe Rodrigo Morell, director general de CREARA, empresa promotora de este proyecto europeo.

Las actuaciones han sido "puntuales e inconexas", falta planificar a largo plazo y tomar medidas más "contundentes", como mejorar la envolvente térmica de los edificios, incorporar fuentes renovables e instalar sistemas que reduzcan la demanda energética. "La etiqueta de sostenible no sólo mejora aspectos internos del hotel, sino que es un valor añadido para los huéspedes, sobre todo para los procedentes del norte de Europa", ha concluido Morell.

Aunque ahora, en tiempos de crisis, la inversión pueda ser un enemigo de la arquitectura bioclimática, el arquitecto De Garrido niega que este tipo de construcción sea más cara: "hay un modelo falso, que se disfraza bajo la etiqueta de sostenible, que sí lo es. Pero si se hace bien desde el principio -optimizando materiales y utilizando recursos naturales- no tiene por qué serlo".